Yazmín Magos Acosta
“El propósito de crear la Beca Rurik Magos Acosta fue honrar la vocación de estudiar de mi hermano y lo que nos inculcaron nuestros padres: no hay mejor regalo que la educación. Generoso hijo, hermano y esposo, Rurik llegó a nuestras vidas el 24 de agosto de 1972. Siempre se caracterizó por ser un niño introvertido, pero a la vez curioso por aprender disciplinas como karate, guitarra, gimnasia olímpica y natación.
Su verdadera vocación fue el estudio. No he conocido persona más determinada ni más dedicada cuando se proponía algo. Si veía que alguien más no lograba sus retos, él se ponía como meta demostrar que sí era posible. Fue una persona generosa, incluso desde niño. Recuerdo cuando una vez se salió a la calle a regalarles su “domingo” a unas personas que iban pasando, así, sin que nadie se lo pidiera.
Sin ser perfecto, ya que podía llegar a ser muy obstinado, era la persona más inteligente que he conocido y sobretodo, carente de toda malicia. Era una buena persona.
Hemos estado buscando formas de mantener el legado de mi hermano por su sorpresiva muerte. Estamos convencidos de que él tenía muchas cualidades como ser humano y se nos ocurrió una beca para honrar su memoria y lo que él representó para nosotros.”